Un paseo usual por el pasado se convirtió en una risa
secreta y en una melodiosa canción.
Caminaba por las habitaciones de la casa, donde una vez fue
nuestra luna de miel, o nuestro dulce pecado, y encontré una silueta en la
cama, y una risa callada. Una sábana doblada y una figura desfigurada. Torcida,
pero acomodada. Inquieta, revuelta entre la cobija del colchón. Cubriendo su
desnudez y mostrando pudor en una sonrojada sonrisa. Una almohada mojada de
sudor y un olor a perfume y pasión. Un baúl de emociones. Todo, en un solo
paseo. Todo en un recuerdo. Todo en una acción.
Recordé que su canción sonaba por todas las paredes. Y que
su sonrisa se paseaba por toda mi cara. Que su esbeltez se encontraba con mis
manos y que mi voz desafinaba con sus caderas. Que paseaba mis deseos por sus
cabellos y me esposaba a sus muñecas, y que con un suspiro de su aliento el
mundo se tendía en un profundo sueño, y en su ombligo el centro del espacio
daba un baile hacia su final. Toda la vida aminaba hacia un holocausto universal.
Y en sus escasos lunares todas las estrellas giraban en desorden cronológico y
horario, chocando entre ellas y entre mis labios, y sus labios, y sus besos y
sus manos. Y su sonrisa, mordiendo firmemente el espacio que había entre su
boca y la mía.
Y encontrándome de nuevo entre el deseo y la razón, y el
amor y la pasión atemporal que siento por su aliento, y la adicción de sus
senos y el olor de su cabello, hice un desorden en mi mente al admirar el
brillo de la finura de su figura y terminé por enloquecer en la falta de oxígeno
y la penumbra del espacio. Con el brillo de un sol a kilómetros de distancia,
miraba cómo la tierra giraba, para estar al tanto de la hora, y las deshoras
que llevaban mis ojos despiertos ante su presencia, hasta que con su cabello
vendó mi mirada, y tuve que ceder mi cordura a sus deseos, y terminar cayendo
en un limbo eterno, entre la vigilia y el sueño, entre sus golpes y sus
gemidos. Entre la vida y la muerte del recuerdo de su cuerpo, y entre la
cordura y la locura de amarle hasta no poder.
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