Mi cuarto es una obra de destrucción e inquietud que da a
entender a mucha gente porqué estoy tan lleno de ira y porqué mis inquietudes.
Aunque yo no veo cómo mezclar la falta de pintura de mis paredes o el exceso de
polvo de mis estantes con mi personalidad, que aunque tranquila, se altera con
la misma facilidad que tiene el agua cuando lanzas algo muy grande, y muy
pesado, en su semblante. Hoy es una de esas noches en las que escapar sería
mejor que estar dentro de mi seguro aposento. Lo pienso así porque afuera el
aire es más puro que la humedad agobiante de mi habitación oscura y mal
organizada.
Esta no es la noche que escogí para efectuar un cambio en
mis días. Esa noche fue hace uno, o dos días. Pero esta noche en particular es
una de esas noches que me hace respirar hondo y añorar los días de un pasado
año en el que mi felicidad era compartida por el ser más perfecto que encontré
en la vida que vivo en la actualidad y que no ha cambiado esa posición desde
que un día creí amarle hasta que supe que si no es amor, es lo más parecido a
ser parte de alguien. Me duele tanto esta noche que pienso cosas que me hacen
aguar mis ojos. Pienso en los besos más hermosos dados a la vida y la
admiración más fuerte siendo practicada a una persona.
Esta noche es una de esas noches en las que mis manos se
descontrolan e intentan martillar todo lo que no puede ser roto por una fuerza
tan simple como mi fuerza física, pero sí rotas por empeño y voluntad que es lo
que siempre he tenido en cuanto a seguir el camino que creo correcto y que
siento así. Aunque destroce mis manos lentamente a golpes con las paredes y el
suelo de algunos lugares, eso no me detendrá para escribirle todo lo que le
escribo y contarle con mi guitarra todas las cosas que pasan. Porque todo mi
mundo es su ser, y todo el mundo quiero contar y cantar. Gracias a Facundo por
esta línea y por la noche de comprensión.
Esta noche es esa noche en la que no puedo evitar pensar que
se me fue parte de mi vida tras un sueño que no es más que un sueño común, que
cualquier persona puede soñar y seguir, pero que yo en vez de querer seguir
soñando quiero vivir aunque no sea esa la realidad. Quiero saber lo que es
vivir un sueño de verdad y llevar de viaje a la vida conmigo al sinfín de escenarios
que planteé en cada uno de mis viajes oníricos, donde la Luna es persona y el
Mar es su cuerpo, y yo soy un navegante sin rumbo más que navegar las aguas de
su eterna presencia. Mi sitio adecuado siempre será ese, entre mi Barca, mi Mar
y Mi Luna.
Esta noche… no es mi noche… esta noche es la noche del
deseo. Del recuerdo. Del placer. De las ganas de vivir alimentándome de la vida
de la autora de mi mente, que me impulsa a escribir tantas palabras. Que
alimenta mi mente con las imágenes que tengo de su perfecta escultura, delgada
y esbelta, y de sus labios cantores que me liberan de la vida y me dan una
nueva. De sus ojos color azabache y de su cabello negro como la noche, y largo
como el invierno. De su piel color café y caramelo. De su vida risueña que me
libera de toda angustia. De su presencia de diosa. De todo lo que he deseado en
la vida. De todo lo que he soñado para mí. De toda mi vida en realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario